Hola a todos!
No estaba muy segura de si debía publicar este fict, al final me animé a hacerlo, espero que lo disfruteis y dejeis vuestros comentarios.
Nos gusta saber lo que opinais!
El Traslado
Era la primera vez que me sentía tranquila, contenta de poder ver la luz del día sin que el sol dañase mi delicada piel, estaba entusiasmada con la idea de mudarnos, por fin podría intentar hacer una vida mas o menos normal, al menos todo lo normal que cabe esperar de alguien que padece una enfermedad como la mía.
Mis padres me habían llevado a demasiados especialistas y aun siendo mi padre médico ninguno le había dado una respuesta lo bastante convincente, por fin mi padre logró contactar con un inminente doctor y el fue quien diagnosticó mi enfermedad, una especie de xoroderma pigmentario leve.
Mi vida había transcurrido entre tinieblas, siempre encerrada en casa esperando con impaciencia que llegaran los días mas fríos del año, aquellos en los que el sol no podía dañarme. Aún así la mayoría de las veces debía tomar precauciones y llevar unas gafas de sol para evitar que la poca luz me cegara, pues para mas inrri padecía de fotofobia, además debía usar cremas de protección solar de amplio espectro y ropas de algodón.
Si un solo rayo del sol se posaba sobre mi piel las consecuencias eran desastrosas para mi, ampollas, quemaduras , irritaciones...
Por fin la pesadilla iba a quedar atrás y todo gracias a un maravilloso lugar en la península de Olimpic llamado Forks.
Mi hermana Chloe no estaba nada entusiasmada con la idea y aunque no lo decía yo sabía que me hacía culpable de tener que abandonar su idílica vida y a sus egocéntricos amigos pero ¿ qué podía hacer yo?
Mis padres no dudaron ni un segundo en tomar la decisión. A mi padre no le resultó difícil que le trasladasen, pues era un cirujano bastante reconocido y los diferentes hospitales se lo rifaban.
Fue fácil encontrar una casa
En el hospital le recomendaron una gran casa que aunque se encontraba a las afueras de Forks mi padre estaba seguro de que nos gustaría. .
Chloe maldecía por lo bajo según iba quedando atrás Forks.
Era la primera vez que me sentía tranquila, contenta de poder ver la luz del día sin que el sol dañase mi delicada piel, estaba entusiasmada con la idea de mudarnos, por fin podría intentar hacer una vida mas o menos normal, al menos todo lo normal que cabe esperar de alguien que padece una enfermedad como la mía.
Mis padres me habían llevado a demasiados especialistas y aun siendo mi padre médico ninguno le había dado una respuesta lo bastante convincente, por fin mi padre logró contactar con un inminente doctor y el fue quien diagnosticó mi enfermedad, una especie de xoroderma pigmentario leve.
Mi vida había transcurrido entre tinieblas, siempre encerrada en casa esperando con impaciencia que llegaran los días mas fríos del año, aquellos en los que el sol no podía dañarme. Aún así la mayoría de las veces debía tomar precauciones y llevar unas gafas de sol para evitar que la poca luz me cegara, pues para mas inrri padecía de fotofobia, además debía usar cremas de protección solar de amplio espectro y ropas de algodón.
Si un solo rayo del sol se posaba sobre mi piel las consecuencias eran desastrosas para mi, ampollas, quemaduras , irritaciones...
Por fin la pesadilla iba a quedar atrás y todo gracias a un maravilloso lugar en la península de Olimpic llamado Forks.
Mi hermana Chloe no estaba nada entusiasmada con la idea y aunque no lo decía yo sabía que me hacía culpable de tener que abandonar su idílica vida y a sus egocéntricos amigos pero ¿ qué podía hacer yo?
Mis padres no dudaron ni un segundo en tomar la decisión. A mi padre no le resultó difícil que le trasladasen, pues era un cirujano bastante reconocido y los diferentes hospitales se lo rifaban.
Fue fácil encontrar una casa
En el hospital le recomendaron una gran casa que aunque se encontraba a las afueras de Forks mi padre estaba seguro de que nos gustaría. .
Chloe maldecía por lo bajo según iba quedando atrás Forks.
Cruzamos un puente y dejamos atrás el río Calwah, mi padre mantenía una animada charla con mi madre, mientras yo miraba por la ventanilla y me preguntaba cual de todas las casas que íbamos pasando sería la nuestra.
Rusty nuestro perro disfrutaba de un placentero sueño en la parte de atrás.De pronto mi padre tomó un camino que parecía adentrarse en el bosque, Chloe ya no maldecía por lo bajo, sus gritos de horror los podrían escuchar incluso en forks por muy atrás que lo hubiésemos dejado, no estaba señalizado ni tan siquiera pavimentado, mi intriga era cada vez mayor ¿ Dónde se suponía que íbamos a vivir?
A ambos lados del camino acechaban centenarios árboles de forma majestuosa. De pronto el camino flanqueado por aquellos árboles dio paso a una hermosa pradera, quizás jardín y frente a este una enorme casa de un blanco suave de al menos cien años de antigüedad que aún conservaba toda la elegancia de la época a la que debió de pertenecer..
El coche paró frente a un gran porche y todos bajamos del coche, mi madre abrazaba a mi padre y le decía lo mucho que le gustaba la casa, mi hermana al contrario que mi madre, echaba humo y creo que ni la casa ni mi padre salieron muy bien parados.
Rusty nuestro perro disfrutaba de un placentero sueño en la parte de atrás.De pronto mi padre tomó un camino que parecía adentrarse en el bosque, Chloe ya no maldecía por lo bajo, sus gritos de horror los podrían escuchar incluso en forks por muy atrás que lo hubiésemos dejado, no estaba señalizado ni tan siquiera pavimentado, mi intriga era cada vez mayor ¿ Dónde se suponía que íbamos a vivir?
A ambos lados del camino acechaban centenarios árboles de forma majestuosa. De pronto el camino flanqueado por aquellos árboles dio paso a una hermosa pradera, quizás jardín y frente a este una enorme casa de un blanco suave de al menos cien años de antigüedad que aún conservaba toda la elegancia de la época a la que debió de pertenecer..
El coche paró frente a un gran porche y todos bajamos del coche, mi madre abrazaba a mi padre y le decía lo mucho que le gustaba la casa, mi hermana al contrario que mi madre, echaba humo y creo que ni la casa ni mi padre salieron muy bien parados.
En cambio yo... yo me sentía completamente abducida por aquel lugar, el entorno y la casa eran... perfectos.
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La semana que viene publicaremos la siguiente parte pero antes veremos que ocurre en el fict de Marta, no os lo podeis perder!
Me ha gustado pero no se por donde iran los tiros, estoy deseando seguir leyendolo! que intriga...
ResponderEliminarPues si, la verdad Raquel es que de momento no tiene nada que ver con la versión del libro. Pero claro.. de momento! Tengo ganas de leer el siguiente capítulo!
ResponderEliminarMi fict?? jajaja todavia tngo que empezar la siguiente parte, pero la tengo toda en la cabeza! no os haré esperar mucho... jajaja
Raquel, me alegro de que te hayas animado. La casa blanca a las afueras de Forks... bueno! estoy deseando ver que va pasando, y pobre chica... de verdad que no te imaginas cómo la entiendo y lo que me ha tocado el alma la pobre. 1besico, y espero con muchas ganas vuestras siguientes partes.
ResponderEliminarConfieso que ando un poco perdida... Espearé a la siguiente parta para aclarar las ideas ;)
ResponderEliminarPD: Supongo que la casa es la casa de los Cullen... o no...
jajajaja me encanta despistaros, la siguiente parte la publicaremso en breve y me alegro de que esteis intrigados!!
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